Si eres propietario de tu propia clínica dental, además de ejercer como odontólogo, tienes otro trabajo que no resulta nada fácil.
Eres el líder.
Ser un buen líder requiere preparación, aptitudes y actitud para serlo.
Y, aunque muchas veces quieras delegar ese papel, no es posible hacerlo.
O, al menos, no te lo recomiendo.
El líder es la persona que inspira confianza, da ejemplo, enseña cómo se hacen las cosas y reconoce la importancia de cada una de las personas que integran el equipo.
Pero, ¿cómo se comporta un buen líder?
5 claves que te ayudarán a ser un buen odontólogo y líder.
¿Qué puedes hacer para mejorar tu papel?
¿Te puedes preparar para ello?
Por supuesto, así es.
1. Escucha, colabora y relaciónate con tu equipo, dedicándole tiempo de calidad.
Hazte a la idea de que una buena parte de tu jornada laboral tendrá que estar dedicada a la supervisión de tu equipo.
Eso es lo que hará que la productividad aumente y que todos estéis a gusto.
Piensa que el buen clima se transmite a tus pacientes.
Si ellos perciben la tensión en el ambiente, estarás propiciando (sin quererlo) que no quieran volver.
2. Deja muy claro qué es lo que esperas de cada persona.
Cuando no sabes qué se espera de ti, te sientes perdido y sin rumbo.
Deja muy claro a cada persona de tu equipo cuáles son sus funciones, donde empiezan sus tareas y acaban las del compañero, en qué áreas esperas proactividad y qué aspectos requieren de tu supervisión directa.
Esto es imprescindible si quieres motivar al equipo.
3. Transmite correctamente los valores de tu clínica.
Cuál es tu filosofía, tu manera de hacer las cosas y cómo quieres que atiendan a tus pacientes.
Conocer esos valores ayudará a tu personal a identificar la “energía” que mueve al equipo y lo que se espera de ellos/as a nivel general.
4. Haz ver a cada persona que es importante para el equipo.
Este punto sirve para motivar a cada persona individualmente.
Además, hará que cada uno valore al resto, lo que creará un buen clima laboral y fomentará el espíritu de equipo.
Trata de transmitir la idea de que cada persona del equipo es igual de importante a la hora de que todo funcione correctamente.
Si tú, que eres el líder, demuestras al grupo la importancia de un puesto, esa persona no necesitará luchar para ser reconocida por sus compañeros (incluso si su trabajo tiene menor remuneración y categoría profesional), y conseguirás, así, motivar a todos.
5. Cuida al personal que se incorpora al grupo.
Cuando un equipo ya está formado y funciona, es fácil que te olvides de lo importante que es tu participación en la integración de una persona nueva.
Aunque entiendo que te pueda «dar pereza», cada persona que se incorpora tiene derecho a recibir el mismo tratamiento que recibieron las anteriores.
Haz ese esfuerzo, se trata de una inversión.
La persona que llega se integrará más rápidamente, estará más motivada, tendrá menos estrés y una actitud más positiva.
Algunas conclusiones para terminar…
Para ser un/a buen/a líder, nunca olvides que trabajas con personas.
No son activos y, mucho menos, números.
Debes motivar a tu equipo.
Cuanto más les cuides, mejor te responderán.
Cuanto más les hagas participar de las decisiones, más se involucrarán.
Cuanto mayor sea tu autoliderazgo, menos picos tendrán el rendimiento y el clima laboral de tu clínica.
¿Preparado para integrar tu faceta de odontólogo y líder?
*¿Crees que este post puede ayudar a otros compañeros médicos u odontólogos? Compártelo. Entre todos podemos mejorar la atención a nuestros pacientes 🙂