Cómo actuar cuando hay mal clima laboral en la clínica

Cómo actuar cuando hay mal clima laboral en la clínica

 

La tensión se podría cortar con un cuchillo.

Es realmente desagradable.

Se han formado “bandos”, las sonrisas escasean y las pocas ganas de trabajar se respiran por todos lados.

Incluso tus pacientes empiezan a notar el mal clima de trabajo que se vive en tu clínica.

Y eso no es nada bueno.

Porque ya puedes invertir en las estrategias de marketing dental más sofisticadas para promocionar tu clínica, que si tu equipo y tú no conseguís causar una buena impresión en el paciente, no te van a servir para nada.

Frente a situaciones como estas, muchos gerentes/líderes cometen el error de soltar el «discurso» sobre la importancia de trabajar juntos, de cómo hay que comportarse en la clínica, etc…

El problema de este enfoque es que no aborda directamente la raíz del problema.

El no enfrentarse de cara con los detalles de lo que está causando este mal clima laboral entre los miembros de tu equipo, dará lugar a un sinnúmero de reuniones y a otras acciones correctivas que simplemente se limitarán a proporcionar una mejora temporal.

Entonces, ¿qué debes hacer cuando parece imposible que los miembros de tu equipo se lleven bien?

Despedir a todo el mundo no es la solución.

No, ¡claro que no!

Porque está garantizado que al contratar un nuevo equipo, ibas a tener los mismos problemas que con el anterior si no cambias la dinámica que causa ese mal clima laboral entre ellos.

Entonces, ¿cómo consigues que tu equipo actual (o potencial) se olvide de sus diferencias y empiecen a trabajar juntos para lograr los objetivos comunes de la clínica?

Espero que la secuencia que te presento a continuación te resulte útil.

 

1. El modelo «manos libres» no funciona.

Muchos gestores prefieren adoptar una posición que llamamos “manos libres”, es decir, prefieren que la situación evolucione orgánicamente con poca o nula participación por su parte.

¿Qué sucederá entonces?

Que las relaciones entre los miembros del equipo permanecerán en un estado de caos, similar a un grupo de personas que viaja en un autobús sin conductor.

Tu trabajo como gerente de tu clínica, es guiarles y llevarles hacia un destino concreto.

Así que, incluso antes de que se inicie ese mal clima laboral, párate a pensar:

  • ¿Qué tipo de sistemas podrías poner en práctica para ayudar a tu equipo a llegar a sus objetivos?
  • ¿Están bien delimitadas sus tareas?
  • ¿Existen protocolos de actuación bien definidos?

Pero, sobre todo, debes tener muy claro que dejar que la normalidad se restablezca de manera «natural», no es lo ideal.

Los problemas no se resuelven solos.

Si por cualquier motivo, dos de las personas de tu equipo (o un grupo) tienen dificultad continua para tratar el uno con el otro, tú eres responsable y debes intervenir antes de que la situación empeore y las relaciones se fracturen aún más.

El equipo se resiente. La productividad cae en picado. Y, lo más importante, tus pacientes lo notan.

 

2. Llega a la raíz del problema.

Normalmente, en este tipo de conflictos, se van formando bandos.

Cada uno de ellos, tiene un “líder”, por así decirlo.

Como director de la clínica, tu labor, aunque sea poco agradable, incluye el reunirte con los “representantes” de cada uno de esos «subgrupos» antes de tener una discusión con el resto.

¿Por qué?

Porque el problema(s) suele tener su origen en estos dos individuos y con el tiempo, cada uno de ellos consigue “aliados” que comparten su punto de vista.

Además, todos los problemas a gran escala se engendran a partir de un problema específico.

Si no puedes llegar a la raíz del problema principal al que se enfrenta tu equipo, el resto de tus esfuerzos serán completamente inútiles.

 

3. Realiza las preguntas clave.

Cuando hables con los líderes, deberás hacer cierto tipo de preguntas como por ejemplo:

  • ¿Cuál es el problema concreto?
  • ¿Cómo te afecta a ti personalmente este problema?
  • ¿Cómo te afecta a ti profesionalmente este problema?
  • ¿Cuánto tiempo lleva siendo un problema para ti?
  • ¿Qué crees que has hecho personalmente para contribuir a este problema?
  • ¿Qué crees que puedes hacer a partir de hoy para resolver el problema?

Si a pesar de implementar estos pasos, el mal clima laboral se convierte en conflicto, te recomiendo que leas 5 pasos para resolver un conflicto en tu clínica.

¡Éxitos!

 

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